Primera exposición en una galería de arte en Madrid dedicada a la obra sobre papel del artista José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) y tercera individual (2013, 2017, 2020) en Fernández-Braso.
Broto es un artista fundamental en la configuración de una nueva tendencia y de una nueva época del arte contemporáneo español. Una figura que simboliza el comienzo de un nuevo estilo, la nueva abstracción; de una década, los 80; de un nuevo país, la España democrática; de un anhelo, el sentimiento de libertad.
Y lo es desde mediados de los años 70, época de la transición, de disputas y polémicas por la hegemonía artística (Tàpies, el arte conceptual, la nueva figuración); desde una ciudad, Barcelona, epicentro de la modernidad española y receptora de las ideas y pensamientos del Mayo del 68; y desde un grupo, “Trama”, cuyos integrantes -Broto, Gonzalo Tena, Xavier Grau, Javier Rubio y Federico Jiménez Losantos-, abanderaron idearios utópicos y revolucionarios. Inspirados en filósofos y pensadores como Althusser y Lacan, trasladaron a sus obras y textos algunos de sus preceptos: el neomarxismo, el psicoanálisis, el estructuralismo. Sus fuentes teóricas fueron las publicaciones francesas Tel Quel o Peinture, cahiers théoriques. En ellas destacó el poeta y crítico de arte Marcelin Pleynet, teórico e inspirador de la tendencia de pintura abstracta francesa Supports/Surfaces, con la que tanto se ha relacionado a la “pintura-pintura” del grupo Trama. A estas influencias se sumaron las de los pintores abstractos norteamericanos, Pollock, Rothko, Newman. En definitiva, todos aquellos que se expresaban a través del color.
Desde entonces, después de ese itinerario que le llevó de lo colectivo a lo individual, después de haber expuesto en museos, centros de arte y galerías, nacionales e internacionales, muy relevantes; de recibir premios y reconocimientos y de ingresar sus obras en importantes colecciones; la pintura de Broto continúa explorando los caminos y las posibilidades de la abstracción en su vertiente más fluida, intensa, emotiva y personal. Hasta el momento actual, creador de una obra cada vez más libre, independiente y contemporánea. “Mis pinturas, mis imágenes, son como fotogramas congelados de una película sin fin. Tienen una apariencia, pero podrían tener otra, son un resumen provisional de esa suerte de infinito”[1].
La exposición en Fernández-Braso presenta una selección de obras realizadas en los dos últimos años, pinturas sobre papel, unas; impresiones digitales intervenidas con pintura acrílica, otras. Un trabajo que “normalmente no se expone solo, como si necesitara la obra sobre tela, el “cuadro”, para ganar identidad, aunque estoy convencido de que ocurre todo lo contrario.”
El punto de partida de Broto en la utilización del ordenador (programas de diseño, impresoras) fue 1996, con la serie “Los juegos”. Desde ese momento, se ha convertido en “una herramienta de trabajo muy eficaz. Es rápido y versátil, permite rectificar y experimentar con el color y las imágenes, variándolas inmediatamente. Intento desviar esa normativa y forzar el programa para obtener resultados “inesperados” que son de gran utilidad”. Para el artista, más que una relación entre dos procedimientos contrarios es “una técnica mixta, síntesis de los dos procedimientos, sin privilegiar ninguno. Se trataría de una suerte de oxímoron, presente, por otra parte, en casi todo lo que hago”.
El resultado es una obra que “casi siempre plantea una rivalidad interna entre, por ejemplo, figuras geométricas y espacios orgánicos o campos de color opacos y transparentes. Una obra que se está transformando continuamente y es un movimiento deliberado”. Una pintura que ocurre al margen de la realidad, “aborrecería ser oportunista”.
Formarán parte de la exposición las cuatro últimas obras de gran formato realizadas por el artista ex profeso para la exposición y que vislumbran un nuevo estado o pulsión estética, con la leve presencia, de nuevo, de elementos geométricos, así como de formas que parecen referir seres y elementos de la naturaleza, y que recuerdan a algunas de sus célebres obras de los ochenta.
Junto a las pinturas sobre papel proyectaremos un breve documental sobre el artista en el que se podrá ver a Broto en su estudio, en su contexto, trabajando sobre algunas de las obras que se mostrarán en la exposición.
La exposición finalizará el 30 de enero de 2021.
[1] Los textos entrecomillados pertenecen a Broto, en conversación con la galería. Noviembre, 2020.