En “Sergio Sanz, en el laberinto de la pintura”, Javier Barón escribe que “buena parte de la singularidad de la pintura de Sergio Sanz radica en su intensa percepción de una realidad compleja que incluye, de modo muy particular, las sugestiones que la literatura, la música y la propia pintura le procuran. De la amplitud de esas referencias se han ocupado en distintos catálogos de sus exposiciones Javier Díaz López, Francisco Calvo Serraller, Juan Manuel Bonet, Raúl Eguizábal, Luis Alberto de Cuenca y Enrique Andrés Ruiz.