Sus dibujos describen un mundo romántico poblado por seres frágiles que surgen de los mitos y de la literatura occidental. Algunos son casi fragmentos sin acabar, retratos íntimos dibujados en páginas tomadas de libros viejos y rotos que compra en mercadillos. Otros dibujos se convierten en escenas elaboradas donde estos personajes interactúan en los escenarios y tradiciones de los lugares donde el artista habita. Su cualidad aparentemente ingenua utiliza el pasado como espacio poético en el que contar sus propios recuerdos y experiencias vitales. La ficción se superpone con la realidad y la narrativa de artistas clásicos se entrelazan con la propia vida de Guillermo.